Entrevista con Terri Hooley

 

“El punk es mi venganza más hippie”

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Por Patricia Curbelo

 “Mucha gente piensa que era valiente, yo creo que simplemente fui estúpido

The Troubles (Los Problemas en adelante) es el nombre con el que se conoce al conflicto en Irlanda del Norte que marcó la región desde finales de los años 60 hasta 1998. Dejó un legado de violencia y división, que perdura hasta la actualidad, y también impactó profundamente en la vida cultural y artística de la región. En una sociedad fragmentada por líneas religiosas, políticas y sociales, los jóvenes crecían rodeados de muros divisores, marchas sectarias y enfrentamientos armados. Sin embargo, en medio del caos, surgieron movimientos culturales que buscaban unir a las personas, desafiando la narrativa de odio y confrontación.

Es aquí donde entra Terri Hooley, conocido como el "padrino del punk". Nació el 23 de diciembre de 1948 en Belfast, Irlanda del Norte, bajo el nombre Terence Wilfred Hooley. Hijo de un sindicalista y miembro del Partido Laborista, y de una mujer con arraigadas creencias religiosas, marcaría un antes y un después en la historia de una ciudad que se vio dividida de la noche a la mañana, por motivos que nunca llegó a comprender. Su historia se cuenta en la película Good Vibrations (2012) y con él tuve la posibilidad de hablar en julio de 2022. 

P: ¿Cómo era Belfast antes de Los Problemas?

TH: Para mí en los '60, Belfast era un lugar fantástico. Había clubes, bailes a donde podías ir a escuchar música. Fue la mejor época para nacer. Era fabuloso. Belfast en los '60 era muy colorida y luego, cuando vinieron Los Problemas todo se volvió blanco y negro. El color se fue de la ciudad. Yo no podía creer cuán rápido la ciudad se dividió. Es como si en tu ciudad un momento todos fueran amigos y al siguiente todos estén peleando por religión. Es una locura. Yo nunca entendí eso de odiar a alguien por su religión. Pero era un lugar fabuloso y teníamos fantásticas bandas en Belfast en los '60: Them con Van Morrison eran los más famosos y para mi verlos cada viernes era fantástico.

Luego vinieron Los Problemas, la ciudad se dividió y  los clubes comenzaron a cerrar y los bares a ser bombardeados, hubo noches en las que le decía adiós a algunos amigos con los que estaba y nunca los vi de nuevo porque fueron asesinados camino a casa. Dejamos de salir y era un lugar terrible. Realmente vivíamos en el infierno. No podías pasar al lado de un auto sin pensar que iba a explotar. Había pandillas de asesinos que iban matando gente y era realmente aterrador. No sé cómo sobrevivimos, pero dicho eso, teníamos una gran camaradería entre amigos, porque nos cuidábamos entre nosotros. A veces, se quedaban en mi casa, no los dejaba irse si en las noticias se veía que había explosiones. Todos nos cuidábamos unos a otros. 

Una noche iba volviendo a casa del trabajo y tres hombres armados trataron de llevarme en un auto, y dos tipos aparecieron para ayudarme, me salvaron la vida y escapé, y entonces pensé “voy a hacer algo antes de que esta gente me mate”. Siempre he amado la música, y había sido DJ por años, así que decidí que iba a instalar una tienda de discos.



Foto de Alastair Graham

 

 

 Corría el año 1976 cuando en Belfast, en Victoria Street N° 102, Terri Hooley abrió Good Vibrations. Una tienda de discos que luego fue también un sello discográfico, lo que cambiaría la historia de la ciudad, y lo transformaría a él en el Padrino del Punk, como se lo conoce aún hoy.

TH: Era la zona más bombardeada de Europa, probablemente en el mundo, porque había un hotel que se llamaba “Europa” y ahí se alojaban los turistas y los periodistas internacionales, entonces era un blanco de los bombardeos y ataques. Abrimos la tienda, era una locura, pero fue una gran época.

Era una tienda pequeña, alquilamos este edificio que nadie quería porque podía explotar en cualquier momento e hicimos una gran fiesta, y mucha gente nos ayudó a reparar el edificio y a construir la tienda. 

Una vez, un muchacho que solía venir todo el día, que no iba a la escuela y robaba cosas, me habló de un concierto de punk. Fui con un amigo y estaban tocando los Outcasts y los odié, no me gustaron para nada, luego tocó Rudi y pensé que eran fantásticos y que alguien debía grabar esa banda. Porque había muchas bandas buenas en los '60 que me gustaban pero no grababan porque no había realmente una industria de grabación en Irlanda del Norte. Todos tenían que ir a Londres para obtener contratos y poder grabar, así que pensé que debíamos tener un registro de Rudi y así fue como comenzamos con el sello discográfico. Los Outcasts fueron la tercera banda del sello, y yo fui su manager. Todavía no entiendo cómo pasé de odiarlos a que me gustaran y ser su manager. Aún están activos y hacen giras y somos grandes amigos. No sé cómo pasó todo eso pero se transformaron en la banda más importante del sello, porque no querían irse a Inglaterra ni dejar Belfast. Fue la primera banda a la que le editamos un LP. Dejé de ser su manager porque no me gustaba mucho la gente que los seguía.

Pero mi idea nunca fue dirigir un sello discográfico. Todo lo que pasó fue más por casualidad que por planificación. No lo planeamos, simplemente sucedió. 

El sello era realmente pequeño, nunca hicimos dinero. Nunca me interesó hacerlo, nací pobre y moriré pobre. Tengo amigos que heredaron dinero y fue la peor cosa que les pasó. Nunca estuve interesado en ser rico, prefiero tener buenos amigos que tener mucho dinero y no tener amigos o no saber cuáles son los reales. Fui muy afortunado al tener tantos buenos amigos, tenía muchos amigos socialistas, gays, anarquistas.

Cuando Los Problemas aparecieron, realmente fue un caos. Yo tenía amigos protestantes y católicos. Y  luego estábamos los que no queríamos tomar partido ni matar a nadie. Siempre quise poder decirle a mis nietos cuando me preguntaran “abuelo: ¿qué hiciste durante Los Problemas?” que me divertí mucho y que nunca maté a nadie. Y eso es lo que puedo decir que hice porque me divertí mucho y nunca maté a nadie. 

Pero tuve amigos de ambos lados y en organizaciones terroristas. Por ejemplo, una vez me dijeron que iban a bombardear mi casa, esa noche me fui y al otro día la bombardearon. Había mucha gente cuidándome y no tuve que pagar por tener protección. Eran tiempos horribles pero nos cuidábamos unos a otros lo mejor que podíamos y extraño a muchos de mis amigos que fueron asesinados.

Quería vivir mi vida tan libre como fuera posible

Mucha gente piensa que era valiente, yo creo que simplemente fui estúpido por las cosas que hice. No queria dejarme intimidar por estas personas. Quería vivir mi vida tan libre como fuera posible. No creo en la religión, ni en países, ni en nacionalidades. Creo que todos somos de la familia del Hombre. Tengo un hermano en Melbourne, una hermana en París. Para mi, todo el mundo son mi madre y mi padre. Creo que todos somos ciudadanos del mundo y que todos deberíamos cuidarnos entre nosotros. Y odio lo que está pasando en el mundo. El mundo es una gran decepción para mi. Las cosas no están funcionando de la manera que pensé. Yo creía que luego de los '60 todo el mundo iba a estar feliz bailando en la calle. Pero siento que la sociedad es terrible. 

El punk no solo salvó sus vidas, también salvó las vidas de las personas que ellos hubieran asesinado

TH: Yo soy un viejo hippie, y el punk es mi venganza más hippie en el mundo. Me encanta el punk, y cuando surgió fue como si hubiera estado esperándolo toda la vida, amo su anarquía, su libertad, y yo simplemente creía que era maravilloso. Nunca imaginé que iba a vivir para ver el punk, y ahi estaba, en la puerta y era fantástico. 

Y la noche en que fui a ver a Rudi y The Outcasts vino la policía y los muchachos empezaron a abuchearlos y esto no aparece en la película, pero luego trajeron al ejército y suspendieron el concierto. Pero los muchachos no tenían miedo, me encantaba eso y que la música fuera lo más importante de todo.

Si el punk no hubiera surgido y si los jóvenes no hubieran tenido el punk, se hubieran unido a organizaciones terroristas y hubiesen matado a mucha gente. El punk no solo salvó sus vidas, hubieran terminado en la cárcel, pero también salvó las vidas de las personas que ellos hubieran asesinado. Muchos de los que se involucraron en el punk tenían padres en organizaciones terroristas a las que se hubiesen unido. Hubiese habido más asesinatos de no ser por el punk.

Fue la primera vez en años, en un largo tiempo, la primera vez en los '70 que muchachos de ambos lados pudieron juntarse. No importaba si eras protestante, católico o de marte, mientras fueras punk. Lo llamamos el ejército punk, porque éramos nosotros peleando contra ellos, contra el odio, la intolerancia y la estupidez de matar personas. Estoy bastante orgulloso de mi rol, no me avergüenzo, digámoslo así.

Los punks reabrieron la vida nocturna en Belfast.

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P: Estaba pensando mientras hablabas acerca de la importancia de los lugares en la ciudad para que la gente de diferentes partes de la comunidad se encontrara y recuerdo el Harp Bar y los pubs y creo que deben de ser parte crucial de la historia de la música de tu país y de Belfast. 


TH: En Belfast se construyó un muro de acero que impedía a la gente conducir y que circularan los coches bomba, y se registraba a todo el mundo cuando iban de compras para asegurarse de que no llevaran bombas. 

Nadie usaba el centro de la ciudad por la noche, los bares y clubes cerraron. Nada estaba abierto. Los únicos que andaban en el centro de la ciudad de noche eran la policía y el ejército, y luego fueron la policía, el ejército y los punks. Los punks reabrieron la vida nocturna en Belfast. Podemos estar muy orgullosos de eso. 

Y el Harp Bar era un lugar terrible pero era nuestro hogar y era gracioso porque a veces venía el ejército y los soldados se paraban al fondo con sus rifles y los podías ver moviendo sus pies con la música y estaba todo bien

Pero era un lugar horrible. El gobierno de la ciudad puso hace poco una placa donde estaba el bar nombrándome a mi y las bandas.

 

Siempre estuve interesado en la radio porque era todo lo que teníamos cuando éramos chicos

P: Cuando leí tu libro, noté que tienes una relación especial con la radio y que incluso tuviste tu propia radio, Radio Harmony. ¿Cómo fue esa experiencia? 

TH: Radio Harmony promovía la paz, la instalamos en las Belfast Hills, en una cabaña, y una noche llegó el ejército y le dije a mi amigo que íbamos a seguir transmitiendo hasta el último minuto hasta que nos cerraran. Entonces salí a hablar con los soldados y en realidad me pidieron indicaciones para llegar a un lugar y volví, y Tommy estaba muy emocionado “vamos a transmitir hasta que nos cierren” y le dije que estaba todo ok y se desmayó (risas)

Pocas noches después todo terminó. Estábamos intentando llegar a una mayor audiencia pero nos sobrepasó. Yo estuve involucrado con una radio punk por varios años y solía ir hacia la frontera con Irlanda y la policía me revisaba y acosaba todas las semanas. También tuve un programa de reggae, “Pretty love peace and understanding for N.I”, pero creo que no tuvo mucho éxito. 

Siempre estuve interesado en la radio porque era todo lo que teníamos cuando éramos chicos. El mejor regalo que mi padre me dio fue un transistor. Él era un sindicalista y una vez fue a Suecia o a algún lado y volvió y me regaló un transistor. El día que lo recibí y pude levantarme y escuchar música  fue el mejor de mi vida y fue el mejor regalo que me hizo. Nunca me dio mucho, pero me hizo un buen regalo cuando me dio ese transistor. 

P: ¿Tienes un programa de radio, verdad? 

Sí, tengo. No estaba seguro de que alguien lo escuchara pero me dijeron en la radio que tengo más audiencia que el resto de sus programas. 

Esto es lo que intento hacer con mi programa. Yo paso música de los 73 años que he estado vivo que me haya gustado y no siempre paso música popular. Paso música que a la gente no le gusta, paso la música de mis amigos, música cubana, country, soul, reggae, jazz, depende de mi ánimo en esa semana. Pero además es bueno para mi, por el alzheimer. Mi padre tuvo alzheimer, y esto mantiene mi cerebro en marcha. (...) Tengo algunos oyentes asiduos, que luego de cada programa me escriben y me cuentan qué les gustó y qué no. Soy un gran fan del reggae, aunque no paso mucho, porque creo que no es tan popular ahora como en los ‘70.

Bob Marley y yo éramos buenos amigos. Le escribí a Bob Marley en 1966, había un club en Belfast en el que solía ser DJ, y en un momento pasé el primer disco de Bob Marley, y la pista quedó vacía, todos dejaron de bailar. Y le escribí, tres meses después me escribió y no lo conocí hasta los 70s y nos volvimos buenos amigos. 

Y luego, cada año desde que Bob murió, he hecho un tributo en Belfast, cerca del Hotel Europa, que era el más bombardeado el primer año, y junto dinero para una organización llamada Trust for Solidarity para la gente en el tercer mundo. No hemos vuelto a hacerlo desde el Covid, pero espero poder hacerlo pronto. Siempre es una gran noche. 

P: Tuviste una gran relación e historia con John Peel. 

John fue muy bueno para nosotros, lo conocí en los '60, en el 69 cuando fui a Londres para tratar de conseguir ayuda para Radio Harmony, tratar de conseguir equipamiento para que siguiera funcionando.

Pero John Peel fue muy bueno con nosotros, nos volvimos grandes amigos, yo solía ir y quedarme con él en Londres. Él escuchaba todos los demos que la gente le enviaba, a veces íbamos en el auto y me preguntaba “Terri: qué piensas de esto?” y yo le decía “No me gustan mucho, pero pasalos de vez en cuando”. Era muy bueno, era un hombre encantador. Su esposa y sus hijos vinieron a ver Good Vibrations cuando la exhibieron en el festival de cine de Londres. En el cumpleaños N° 30 de Good Vibrations tocaron Los Undertones y Los Outcasts, y ella nos llamó por teléfono, porque le hicimos un homenaje a John Peel en el espectáculo. Somos amigos y estamos en contacto desde que John murió. 

P: ¿Cómo te sentís sobre las nuevas formas de escuchar música? 

TH: Yo no me llevo muy bien con la tecnología. Soy más bien del estilo “volvamos atrás y vivamos en las cavernas”. Soy un dinosaurio. 

Creo que era mejor para mi cuando estaba creciendo, descubriendo discos, comprando discos, escuchando la radio. Todo es demasiado fácil ahora, ¿sabes? 

Extraño los sábados de salir a recorrer tiendas de discos, comprar discos, volver a casa y escucharlos. Extraño todo eso. De hecho, hoy compré algunos discos en una tienda de caridad y me pregunto si debí comprarlos o simplemente buscarlos en internet.

Odio la industria musical

TH: Al final de la película muestran que Good Vibrations abrió y cerró varias veces, y eso es cierto, pero creo que deberían haber mencionado a las bandas que firmaron con el sello. Fueron más las que firmaron que las que no. Estoy muy orgulloso de eso. Muchos chicos tuvieron la posibilidad de ver el mundo, de viajar y de vivir la experiencia del rock and roll. Pero aun así, odio la industria musical. 
Me gusta la música, pero no me gusta la industria. Yo nunca entré al estudio a decirle a las bandas qué hacer. Yo quería que las bandas tuvieran la libertad de hacer lo que quisieran. No tiene sentido decirles qué grabar, es su grabación, y es su banda, y ellos saben más de la banda que yo. Así que yo podía aconsejar, pero nunca les dije qué hacer, así que todos tuvieron libertad,  y al menos tuvieron una oportunidad. 


P: Esa era una de las cosas de las que quería hablar, de tu relación con la industria musical. 

TH: Bueno, realmente no me gusta, nunca me gustó, y nunca me va a gustar. Creo que son la mafia legalizada. Me refiero a que conozco bandas que tienen contratos y que cuando se dan cuenta de lo que firmaron, conozco al líder de una banda que intentó suicidarse. Creo que nadie debería estar en esa situación. Muchos de los artistas que me gustaban en los 60 nunca vieron realmente dinero hasta que pudieron tener cds, porque habían firmado contratos pero los tuvieron que renovar, porque no mencionaban los cds, porque en los 60 nadie imaginó que iba a haber otros formatos. Ahora, las compañias ponen “y en cualquier formato que pueda no haberse descubierto”. Así que los artistas en los 60 realmente no hicieron mucho dinero, solo cuando surgió el CD, porque pudieron renegociar sus contratos y eran más astutos y tenían abogados. 


P: No quiero robarte mucho más tiempo, pero me gustaría que hablaras de Laugh at me, y de Terri and the Terrors.

TH: Lo hicimos como un chiste. Fue con miembros de Rudi y Los Outcasts. Lo grabamos en el estudio Chicken Shack y luego llegó al primer puesto del ranking alternativo. Si pudiera hacerlo otra vez, lo haría mejor, pero lo hicimos por diversión. De hecho fue un sueño que tuve una noche y así tuve la idea.


P: Si tuvieras la posibilidad de encontrarte con el Terri Hooley de los ‘60 o ‘70, ¿qué le dirías?

TH: No abras una tienda de discos. No abras un sello discográfico. ¿Lo haría de nuevo? No. Fue muy divertido, con grandes altos, y mayores bajos. Fue genial, fue perfecto en ese momento, pero le di demasiado de mi vida, así que no. Iría a trabajar a un gran sello (risas). No creo que lo haría de nuevo.

P: ¿Y qué crees que te diría ese Terri?

TH: Confórmate con lo que tienes porque lo que tienes es bastante. Yo me voy a la cama feliz todas las noches, y eso es importante. Ahora duermo mejor que antes. Todavía me quedo despierto hasta las primeras horas de la mañana y eso se debe a Los Problemas, porque yo siempre esperaba que vinieran a matarme en la madrugada. Es muy bueno no tener miedo y no sé qué más decir, porque soy muy feliz. Vivo una vida muy tranquila ahora. 

Punkología se emite todos los lunes a las 21:00 en El Bloque Radio, es un programa atravesado por el intento de responder la pregunta ¿Qué es el Punk?. Para mi, es una pregunta sencilla, que se responde con nombre propio: Terri Hooley.


El compilado “Good Vibrations: The Punk Singles Collection” reúne los sencillos editados por el sello. No está disponible en plataformas, pero me tomé el atrevimiento de armar una lista de reproducción que contiene las canciones del disco.